<span class="vcard">Gustavo Tovar Arroyo</span>
Gustavo Tovar Arroyo

¿Y el pajarito?

«El derrumbe de un sueño
algo hallado pasando
resultas ser tu»

Silvio Rodriguez

 

Tomografía de un gí¼evón

La G en el modismo venezolano «gí¼evón» es fundamental. Pronunciarlo con H es desabrido y pierde contundencia. Venezolano que se precie no comete semejante bajeza de carácter, dice las cosas como son sin tapujos: usa gí¼evón con G no con H.

En Venezuela, además, un soberano gí¼evón se reconoce porque lleva marcada la acentuación en la silaba aguda «vón». Se alarga el acento y se enfatiza el tono. Decimos: «¡Es un guevooón!».

Gí¼evón no es un calificativo que se use para describir a una persona perezosa o indolente como en otros países de Latinoamérica, sino para simbolizar a un imbécil engreído.

El gí¼evón venezolano alardea, presume, pavonea, su imbecilidad. No es un imbécil a secas, es un imbécil que fanfarronea su imbecilidad.

Maduro: El chavismo soy yoé

Los inciertos caprichos de una pasión

Algún día se conocerán los secretos -de alcoba- que involucraron la última decisión de Hugo Chávez de dejar como sucesor del trono revolucionario al inefable Nicolás.

Sabemos que fue una decisión sentimental y no política. Si hubiese sido política habría legado tamaña responsabilidad a alguien más preparado o cuando menos simbólico como su hermano Adán (como lo hizo Fidel), a cualquiera de sus hijas, a algún militar del 4 de febrero o a algún socialista con algo más de respeto y talante revolucionario, nunca al bobalicón del pajarito (por cierto, lleva tiempo sin trinar ¿será que Chávez ya ni se le aparece?)

Pero no lo hizo, los inciertos caprichos de una pasión a veces se imponen en la historia de la humanidad y, como sabemos, derrumban naciones y hasta civilizaciones.

Sansón se venció a Dalila, París raptó a Helena y ardió Troya, Marco Antonio perdió Roma por Cleopatra y Chávez arruinó su revolución por Nicolás.

Lo sé: soy un hereje irremediable; otros también lo son.

Chávez se retuerce y yo me ríoé

€œTodo aquel que piense que la vida siempre es cruel
Tiene que saber que no es así
Que tan solo hay momentos malos y todo pasa€

Celia Cruz

¿Chamuscado o quemado?

Debo intentar escribir una crítica seria, concienzuda, que abomine la presión que se ejerció sobre nuestro admirado Luis Chataing para sacarlo del aire. Haré un esfuerzo, pero es difícil.

Me preocupa que al final esta parodia dé un giro inesperado. Hablar de dios o del diablo, relacionarlos con Chávez, es arriesgado, me meto en una incendiada camisa de once varas.

¿Saldré chamuscado o será simplemente que soy un quemado?

En la quinta paila del infierno

Si ese lugar en llamas conocido como el infierno existiese ahí está Hugo Chávez Frías retorciéndose.

Lo sé, estoy seguro.

¿Tú conoces a Tovar?

 

La verdad yo no, al menos a ese que en su tonta obsesión Rodríguez Torres, Diosdado Cabello y Jorge Rodríguez presentan como la €œmente maestra€, el €œgenio€ articulador detrás de la conspiración en Venezuela.

No miento, me gustaría conocerlo, saber qué piensa, qué hace, cómo logró enloquecer de ese modo tan frenético al régimen más peligroso -por su prostitución- de Latinoamérica y preguntarle: €œHermano, ¿cuándo se acabará esto? Coño, ¡dímelo!

En el desespero que vive el país, si tuviese la posibilidad de toparme a ese Tovar, lo agarraría por el cuello, lo sometería contra una pared y le increparía hasta que me dijese la verdad sobre su suave rebeldía, y si no la tuviese, le exigiría que me inventase cualquier vaina, lo que sea, pero que diese algo de luz a este largo túnel histórico.

No puede ser que con todo lo que se ha dicho y escrito sobre él no sepa nada, al menos alguna cosita menor, algo, lo que sea.

No puede ser.

Jorge Rodriguez se pudre

Cuanto he tomado por victoria es sólo humo.

Rafael Cadenas (Fracaso)

 

 

Lo mismo de lo mismo y su redundancia

Lo único que me impresionó del último episodio del reality show madurista titulado €œel magnicidio€ fue el aspecto físico de Jorge Rodríguez: se pudre.

 

Todo lo demás fue secundario: libreto previsible y anticipado, correos electrónicos falsos, burdamente escritos, torpeza semántica y escasez intelectual. Personajes -¿villanos?- archi conocidos, otra vez los mismos. Trama caricaturesca y otra aburrida escenografía de juicio final.

 

Repitió, como era de suponer, el €œAlto Mando Político€ de multimillonarios y corruptos chavistas (faltó Pedro Carreño quien aseguran hacía de camarógrafo), soldados insignes de la Revolución -francesa- Cartier y Louis Vuitton que se lleva a cabo en Venezuela, acusando, como bochornosos jacobinos, desde el único campo de batalla que conocen: la televisión.

Carta triste a una madre de Venezuela

@tovarr a @Chelabp 
Publicado en http://resistenciav58.wordpress.com Mayo 26, 2014 en Politica

A Gisela Berrizbeitia

€œEl idioma del agua fue enterrado€ Neruda

El luto

Debo agradecer con humildad las manifestaciones de solidaridad y apoyo de estos días.

 

Sé que vivimos tiempos asfixiantes, estamos advertidos y preparados, pero a veces la maldad del madurismo rebasa lo previsible, sólo a veces.

 

Pronto relataré lo que ha ocurrido, Venezuela debe conocer quiénes son los verdugos y hasta dónde han llegado.

 

Me resulta muy difícil escribir desde la negrura fúnebre, pero debo hacer el esfuerzo.

Miguel Rodríguez Torres, asesino en serie

El asesino en serie (serial killer)

En criminología existe una vaga diferencia entre dos términos que se acercan y mezclan: el asesino en serie y el asesino en masa.

El asesino en masa es aquel que comete en un solo acto, exorbitado pero con cálculo, el asesinato de dos o más personas por el simple placer psicológico de hacerlo. Por lo general se suicida luego de cometer su crimen.

 

El asesino en serie es quien asesina también a dos o más personas pero en diferentes actos, proyectados en un lapso de tiempo prolongado. A diferencia de lo que se suele pensar, el asesino en serie y el asesino en masa no se distinguen entre sí por el numero de muertes causadas, sino por el tiempo que transcurre en sus actos mortales.

Gustavo Tovar Arroyo sobre acusaciones del Gobierno

Gustavo Tovar Arroyo, defensor de los Derechos Humanos y acusado por el oficialismo de ser la €œmente brillante€ detrás del supuesto plan de derrocar al Gobierno de Nicolás Maduro, conversó para CNN donde explicó los últimos acontecimiento que lo han colocado como objetivo principal del ministro de Justicia y Paz Rodríguez Torres.

 

El abogado, quien se encuentra residenciado en México, cataloga las acusaciones del Gobierno de €œridículo y lunático€. €œEs demencial totalmente€. €œTodo el mundo se burla de las acusaciones, es demencial lo que se dice sobre mi. Sinceramente no se cómo razonar esas acusaciones tan estrambóticas. No tienen asidero con la realidad, yo no tengo habilidad para hacer una conspiración€, apuntó.

La patria eres túé

€œPatria son tantas cosas bellas€

Rubén Blades

 

Las bases políticas del desprecio

Hugo Chávez en vida cacheteó, pisoteó, amordazó y torturó a Venezuela; para que no quedará ninguna duda sobre su monumental coñaza a la patria -y como burla póstuma- nos legó a Nicolás, su amado.

 

Chávez era un cínico, siempre lo fue. Despreciaba a la patria, su rencor era superior a cualquier sentimiento noble que alguna vez pudo tener por ella.

 

He pensado mucho en él a raíz del €œdiálogo€. Ver conversar a la cuarta y a la quinta repúblicas, verlas abrazarse, entenderse, pactar, negociar, me resultó muy didáctico. Lo comprendí todo.

 

Lo cierto es que si el diálogo funcionara el chavismo dejaría de ser chavismo, por eso fracasará sin lugar a duda: está fundado sobre las bases políticas del desprecio.

La Venezuela crucificada y su resurrección

Viernes nada santo

Las estrepitosas -por represivas y salvajes- imágenes delvía crucis que vivió nuestra juventud el día de ayer mostraron cuan desbaratada está nuestra sociedad.

El chavismo ni siquiera respeta los ritos más sagrados de nuestra cultura.

 

Todo lo pisotea, todo lo demuele. Están empeñados en que no quede piedra sobre piedra, están empeñados en flagelar nuestra dignidad.

 

Siguiendo el despiadado mandato de los Castro desean desolarnos, para sus fines de control y subsistencia tienen que arrasarnos, tienen que hacernos sus mendigos. No hay clemencia. Nos escupen, nos insultan, nos clavan un puñal en las costillas, añoran nuestro desangre.

 

En manos del fariseísmo chavista y de los cubanos, Venezuela es una nación crucificada.

¿Resucitará?