<span class="vcard">Gustavo Tovar Arroyo</span>
Gustavo Tovar Arroyo

La apoteósica victoria de Leopoldo

€œSi me condena le va a dar más miedo a usted leer la sentencia que a mí recibirla,
porque usted sabe que soy inocente€

Leopoldo López

 

 

La gloria hecha pueblo

Venezuela es una bella palabra, bellísima palabra.

Su sonido, su entonación, lo que representa (la pequeña Venecia), lo que simboliza (la gloria hecha pueblo) y lo que nos inspira su pronunciación es conmovedor, único.

Imagino que cada habitante del mundo es afectado por un sentimiento semejante cuando escucha el nombre de su país, que cada uno se ensancha a su modo cuando una voz ajena articula el nombre de su patria, sobre todo cuando se esta fuera de su tierra.

Sin embargo, después de estos años de lucha por la libertad, de esta permanente pugna con el cinismo y perversidad chavista, cuando pronuncio o escucho esa bella palabra que es Venezuela mi alma se abriga y sujeta a ella.

Es diferente, porque somos diferentes, la bella palabra Venezuela ha adquirido otra envergadura, es más honda y sentida, más unánime, más intensa.

La bella palabra eres tú venezolana, venezolano que luchas.

Venezuela, año 2050é

Así son las palabras.
Sólo una alma conmovida y sincera
les puede desentrañar el poder
que se impone a los tiempos.

José Vasconcelos

 

El tren del porvenir

Estoy llegando de Puerto la Cruz a Caracas, no puedo creer que el recorrido lo haya completado en tan sólo treinta y dos minutos. Me vine en tren. Quería descansar y la comodidad y silencio de los vagones es lo que mejor me lo permite.

Mis hijos Alexia, Leonardo y Octavio se vinieron en carro, venían con mi manada de nietos. Hicieron una hora, parece que la nueva autopista es extraordinaria. Al fin la terminaron, ya era insoportable perder una hora y cuarenta minutos de Caracas a Puerto la Cruz.

Estábamos apurados, Alexander, el mayor de mis nietos, se gradúa de ingeniero atómico en la Universidad Tecnológica Steve Jobs de Los Pijiguaos, estado Bolívar. Tengo pendiente visitar esa ciudad cibernética que desarrollaron Apple y Pdvsa a la ribera del río Orinoco, parece que es de ensueño. ¿Será verdad que todo es automatizado y robótico?

Confieso que hay tantas cosas por conocer en este asombroso país que ahora somos que no encuentro tiempo.

Qué difícil fue llegar hasta aquí, tenemos que cuidarlo y reinventarlo permanentemente. Más nunca podemos fallar.

¡Nicolás, no renuncies!

€œEl que ama no puede pensar todo lo da, todo lo da.€

José José

 

Llorar de vergí¼enza

Los venezolanos deberíamos llorar de vergí¼enza por lo que el chavismo le ha hecho al hermano pueblo bolivariano de Colombia. En doscientos años no habíamos protagonizado una crueldad semejante. Los únicos que no se avergí¼enzan, que justifican y hasta celebran su fascismo son Maduro, Cabello y Jorge Rodríguez.

Y será peor; sí, lo será, mientras la demencia chavista ostente el poder sólo habrá calamidad y ruina.

Son una peste inhumana sembrada en nuestra historia, con ellos la vida política es un matorral de espinas venenosas.

Pinchan hasta el desangreé

 

¿Por qué escogió a Nicolás?

A dos años de muerto Hugo Chávez Frías no existe una sola persona en Venezuela o en el mundo que no se esté preguntando el porqué el sátrapa montó a Nicolás como su sucesor.

La razón es mucho más trivial de lo que parece, más carnal y básica de lo que se piensa, dados los avances sociales y la tolerancia cultura, nadie debería de apenarse, es normal.

El absurdo o la rebelión

€œ¿Hubo momentos en que no sólo me olvidé de m sino también de lo que soy?€

Samuel Beckett

Falta poco pero falta

Durante unos años estudié comunicación social en la Universidad Católica Andrés Bello. Fueron años de regocijo y aprendizaje irrepetibles. Disfruté de la experiencia como pocas cosas he disfrutado en la vida.

Hice cine, periodismo, radio; escribí poesía; leí historia (me topé con aquellos entrañablemente admirados y recordados maestros Carlos de Armas y Juan Martínez de la Vega, cuyas clases aplaudí sin estupor cada vez que finalizaban), me apasioné por la literatura y la política; me enamoré mil veces, los jardines universitarios eran una apasionante invitación a la caricia y el beso; sufrí, gocé, aprendí, fui libreé, sí, libre y parte €œviva€ (no muerta como ahora) de una Venezuela electrizante y ebria de cultura.

De una Venezuela que ya no existe, que no sé si existirá otra vez, que fue tan versátil y asombrosa que no creo que si repita, al menos no para mí y lamentablemente tampoco para algunos de ustedes.

El chavismo la destrozó, nos llevará mucho tiempo reinventarla. El único consuelo es que ya comenzamos, pero falta mucho, muchísimo.

Primero, por ejemplo, tenemos que liberarnos de la dictadura.

Falta poco, pero falta.

Ricardito y la parábola del condón usado

€œSon unos condones, los usamos y los tiramos€

Hugo Chávez Frías

 

 

El comandante Eterno y su lenguaje fecal

Hugo Chávez, el Eterno, tenía un basurero en el cerebro. Así lo advirtió genialmente, anticipándose a nuestros tiempos, el novelista mexicano Carlos Fuentes. Los venezolanos amargamente lo hemos corroborado con ríos de sangre, océanos de sudor y huracanes de lágrimas.

Si su cerebro era un basurero (el de Chávez), su lenguaje apestaba: heces, roedores y cucarachas brotaban de las alcantarillas de su mente. No podía ser de otra forma, no fue de otra forma, incluso tras su muerte lo estamos padeciendo.

Apesta, el chavismo apesta y Venezuela por su culpa también. La pestilencia cunde su pensamiento, palabra, obra y hasta su omisión.

La esperanza quedó abolida porque de un basurero no se puede obtener nada productivo, sólo es gloria de zamuros, mendigos y recoge latas.

En términos figurativos podríamos señalar que la revolución fue un electrizante coito interrumpido.

Katherine Harington, la última mastodonta

Brotes de histeria

A menos de que todos los venezolanos seamos unos autómatas, que no lo somos, Venezuela estallará pronto.

Está semana se sintieron por doquier los gritos desesperados de una nación al borde de un masivo colapso nervioso. Ya no es un sobresalto lo que vivimos, es una epilepsia nacional. Todos sin excepción nos retorcemos de angustia, hasta los chavistas se preguntan frente al espejo: ¿qué va a suceder? 

Estamos en el preámbulo del apocalipsis. Los brotes de histeria colectiva han sido masivos. Nos mordemos, nos arañamos, nos tomamos de las greñas por un litro de leche. Si seguimos así pronto nos sacaremos los ojos. Estamos a punto.

Eso ha logrado el chavismo.

Pena de muerte para Gustavo Tovar

Ni golpean ni muerden

La dictadura chavista -esa lepra histórica- ha vuelto a atacarme. 

Nada nuevo ni extraño, los ataques son señales claras de que avanzamos: los perros y las perras ladran. Sobre todo si tienen pánico o hambre y en Venezuela los perros dictatoriales sufren mucho de ambos.

Lo he dicho antes: nos golpearán como quien golpea el agua, hasta que se les canse el brazo; nos morderán como quien muerde el aire, hasta que se despedacen sus colmillos.

Nuestra lucha es espiritual y al espíritu ni se le golpea ni se le muerde, el espíritu siempre resiste, se impone y prevalece.

Y el espíritu de nuestra lucha está intacto, ante cada arremetida se ensancha y crece.

Guayana o lo que Chávez regaló

€œEl Esequibo es mío, es tuyo, es tierra venezolana€ 

Témpano

 

 

La peor calamidad

No tenemos humor para simulaciones. Ni humor ni tiempo. Estamos ante una nueva farsa chavista y hay que encararla. Otros que se dediquen arteramente a manifestar solidaridad con el régimen, nosotros no, yo no y espero que tú tampoco.

Venezuela está en peligro, tú y yo estamos en peligro y ese peligro no lo representa Guyana o Exxon Mobil, los Estados Unidos o Cuba, ese peligro lo representa la dictadura chavista que está en el poder. 

Ellos son -y representan- nuestra peor calamidad.

No lo olvidemos.

Chavismo deja a Venezuela en pantaletas

El chavismo dejó en pantaletas a Venezuela

Pese a que un chavista por naturaleza como Henry Falcón o algunos €œcaperucitos rojos€ de la oposición se empeñen -arteramente, como si el venezolano fuese pendejo- en reconocerle ciertas gracias a Hugo Chávez, lo cierto, lo comprobable, lo padecido, es que nos encontramos ante el peor traidor que ha engendrado nuestra historia.

No hay otro, Chávez ha sido el peor traidor de todos los traidores, su delirio y su cinismo dejaron a Venezuela en pantaletas.

Sí, en pantaletas.

 

La cabeza de Chávez es un basurero

Es una obligación ética e histórica, no sólo política, denunciarlo. Todos debemos hacerlo sin ambigí¼edad ni oportunismos electorales. Si no lo hacemos, Venezuela, esa bella palabra que representa no sólo un país sino una dignidad y un valor, jamás podrá recuperarse.

Chávez arrasó a la nación, nos convirtió en pordioseros. Todo lo convirtió en ruina. Nada se salvó, nada es rescatable. Como bien señaló el escritor mexicano Carlos Fuentes: €œLa cabeza de Chávez es un basurero€.

Y basureroé su tránsito histórico por nuestra política.