¿Revocatorio, Enmienda o renuncia?
Los rusos me salvaron la vida,
Israel me devolvió la dignidad humana
y Venezuela me devolvió la fe en los seres humanos.
Hillo Ostfeld
Era un sueño
Aunque vivo el destierro y mi espíritu está cincelado por las heridas y las cicatrices que me ha causado desafiar con severidad al narcochavismo, creo que soy el más optimista de todos los venezolanos. Sí, el más.
Hace años, en el 2002, tras la muerte de Jesús Capote en la marcha del 11 de abril, quien fue asesinado con balazo en el centro de su frente (como tantos otros opositores) por los esbirros de Hugo Chávez, me propuse dedicar mi vida, mis recursos, todos mis esfuerzos, a la formación de una nueva generación de políticos en Venezuela.
Era un sueñoé, mi sueño encarnado de libertad. Hoy ese sueño es una realidad.
Nuestra realidad.