La oposición triunfadora
En una rara conversación con políticos mexicanos, Tovar aseveró que la guerra contra el socialismo del siglo XXI la habría ganado un sector de la oposición venezolana –de la que él sin modestia aseguró formar parte– que aborrecía dicha ideología por criminal. “No toda la oposición triunfó –les dijo– sólo una parte de ésta que entendía que el socialismo causa devastación y ruina”. La incredulidad de los mexicanos fue mayúscula: ¿vencer al socialismo? ¿En serio?
Uno ripostó: “¿Vencer al socialismo? ¿Tú tienes amigos que se proclaman socialistas sin pudor, forman parte de la Internacional Socialista. ¿Ellos triunfaron?”
“No, ellos son parte la derrota”, respondió Tovar.
Sacrificio y caída
“Pero es paradójico –comentó otro mexicano– que hables de ‘victoria’, ¿cuál victoria?, tú estás en el exilio, sin poder volver a tu país, desterrado, confiscado, vilipendiado”. Sin dudarlo, Tovar respondió: “Toda victoria conlleva sacrificios y acarrea caídas. Nosotros las hemos tenido, yo –Tovar– las he tenido, es parte de lo que asumes puede ocurrir cuando luchas contra una tiranía. Ha existido mucho sacrificio y tristísimas caídas, pero al final es notable el triunfo sobre el socialismo chavista”.
“La economía se ha liberado, hay mercado, hay dolarización, hay emprendimiento, el venezolano ha dejado de pensar en política, la detesta, ha decidido emprender”.
¿No es eso libre mercado y capitalismo?
Salvaje neoliberalismo chavista
En cierto sentido Tovar tiene razón, la implantación del socialismo de Hugo Chávez sucumbió, fue traicionada –gracias a Dios y al esfuerzo de muchos venezolanos– por Maduro, Cabello, Rodríguez y compañía, quienes no tuvieron otro remedio para sobrevivir que convertir su tiranía socialista en un régimen ultra neoliberal, capitalista (dolarizado), promotor del lujo y de la riqueza de una minoría (boliburgueses y enchufados) y gestor indoblegable de la esclavitud económica (de salario miserable sin seguridad social). Unos pocos se hacen millonarios a costa del pueblo. ¿O no?
“Pese a que tal abominación económica no es precisamente libre mercado, al menos impedimos la implantación del comunismo; lo derrotamos”, ratificó Tovar.
Pienso sin duda que es una victoria, vendrán más.
La ansiada libertad política
En toda gran batalla hay sacrificados y caídos, su esfuerzo vale para que otros –en especial las generaciones futuras– disfruten del beneficios de su lucha. Cuando se confronta una tiranía todo puede suceder, hay que asumir con conciencia las consecuencias que conlleva una lucha semejante. Tovar la tuvo, siempre supo que podría perder todo por la causa de la libertad, al final logró su objetivo de impedir el socialismo y hacer prevalecer el libre mercado. Se ganó la batalla económica, otros deberán dar la batalla por la libertad política.
Es dudoso que la oposición que es “socialista” logre la victoria política, nadie quiere volver a ese pasado. La libertad política la conquistará la nueva burguesía.
Querrán sostener su inversión, querrán seguridad jurídica.
El nuevo reto
Es paradójico y contradictorio que Tovar celebre como una “victoria” su exilio y la confiscación de todas sus propiedades, pero no deja de tener razón cuando señala que al menos su lucha por la libertad económica ha alcanzado ciertos éxitos. El socialismo chavista llegó a su fin e inicia un salvaje neoliberalismo que tenderá a regularizarse. Algo murió y ago nace. La mano invisible del mercado pondrá orden y los feroces colmillos del empresariado chavista morderá a sus crueles amos Maduro, Cabello y Rodríguez. La historia no se equivoca.
El sacrificio y entrega de muchos héroes anónimos y no tan anónimos lograron vencer al socialismo económico. El nuevo reto es vencer al socialismo político.
¿Quién dará esa batalla?