La calaña madurista
La calaña madurista

La calaña madurista

Tipología del criminal de lesa humanidad

Ladrones, pervertidos, corruptos, degenerados, cínicos, hipócritas, torturadores, asesinos, intrigantes, deshonestos, bandidos, nuevos-ricos, depravados, pedófilos, proxenetas, secuestradores, terroristas, enchufados, alacranes, narcotraficantes, acaparadores, sucios, lóbregos, siniestros, socialistas, prostitutos, traficantes, falsificadores, lesivos, psicóticos, ladillas, mórbidos, tétricos, indecentes, desvergonzados, traidores, malintencionados: chavistas.

Esa multitud de características es la tipología criminal de quienes han secuestrado a Venezuela, los chavistas.

Dime si eres chavistas y te diré quién eres…

La huella de identidad del mal

Que lo sepa el pasado, el presente, pero sobre todo el futuro, si es o fue chavista encarnó alguna o varias de esas categorías antisociales antes mentadas. Ninguno se salva; nadie. Fueron en menor o mayor medida la índole dañina que destruyó al país y que obligó a millones de venezolanos a emigrar de los aires, paisajes y riquezas de su tierra. Y ahí está, la peste chavista, vanagloriándose del poder, restregándonos su malicia y crueldad a los venezolanos. A ti, a mí, a todos. Al mundo.

Su huella de identidad muestra a los homicidas de la hermosa y noble familia venezolana.

Son el asco balbuceante de la traición.

La peor de las calañas venezolanas

El madurismo es la acumulación mayor de todas esas perversiones, es la calaña más inicua y cruel del chavismo, su versión más pervertida y malvada. Maduro, Cabello, Delcy y Jorge Rodríguez, Padrino, Cilia (y el cartel de sus familiares), Carreño, Dala, Saab, Aissami, entre otros, encarnan lo peor que hemos sido y que seremos, son todos los males de la postmodernidad reunidos, agolpados como vampiros hincando en masa su diente en el cuello de la nación de Bolívar.

Tan maléficos son que asesinaron a su padre, Hugo Chávez, para hacerse del poder y adueñarse de todo.

Mientras existan Venezuela será mutilada.

Testamento de una ruina y su escombro ineludible

Los destrozos, la bancarrota, el estrago de la peor calaña venezolana de todo tiempo y memoria son visibles, es una nación y su gente que ha huido de sí misma para naufragar por el mundo. Es el hambre, la enfermedad, la miseria y la devastación como testamento de la ruina, en contraste canallesco y delincuencial con la ostentación y opulencia de la oligarquía madurista, de su riqueza mal habida, con su fraude electoral, político y moral. 

El legado madurista es una Venezuela partida en pedazos, empobrecida, desvencijada y en decaimiento. 

Esa calaña merece coñazo limpio…, tuyo y mío.

De todos…, del mundo.