Volviendo a creer
El milagro ha sucedido, después de tanta frustración, decepción y desgracia, el pueblo venezolano se levanta de su agonía y vuelve a creer. No cabe duda de que su gallardía es honda e imbatible, pese a todos los peligros que representa movilizarse y apoyar a la lideresa de la oposición lo hace con integridad y sin miedo. El venezolano – tú, yo, todos– quiere ser libre, queremos ser libres, no hay nada que ansiemos más que salir del chavismo, aplastarlo.
Si no hubiere sido por María Corina Machado no habríamos levantado cabeza jamás como sociedad, ella, su lucidez y brío, nos ha devuelto la ilusión.
Y qué mágico es estar ilusionado.
Lo más difícil
Sin embargo, pese a que hemos reinventado con mucho esfuerzo la esperanza entre nosotros, lo más difícil está por suceder. No me refiero sólo a las primarias opositoras, que en sí mismas son un atascadero colosal y que los malandros chavistas del CNE están intentando plagar con su peste venenosa, aludo a lo que sigue después de la victoria segura de María Corina entre los postulados opositores: la elección presidencial para la que está “inhabilitada” arbitrariamente.
La cobardía chavista intentará evitar su postulación y segura victoria electoral, le tienen miedo, saben que ella si cumplirá con el mandato del pueblo: vencer y cobrar.
Será presidente, gobernará.
El milagro del derrocamiento
No es tarea exclusiva de María Corina sobrellevar las trabas que intentará imponer la cobardía chavista, sus millones de dólares y sus asalariados asesinos, es tarea de todos nosotros. ¿Qué hacer? Prepararnos para la que posiblemente sea la batalla definitiva de la Venezuela trabajadora y virtuosa por su libertad (aunque sabemos que el pueblo no se rendirá nunca). Si María Corina, junto a cada uno de nosotros, no logra el objetivo de liberar a Venezuela, será un chavista quien lo haga, una Perestroika (una “restructuración”).
Al menos yo haré todo lo que esté de mi parte para lograr consolidar el milagro político del derrocamiento chavista, colaboraré con María para que materialice su victoria.
¿Lo harás tú también?
La hiena Rodríguez, otra vez
Recientemente conversé largamente con el ex Presidente Juan Guaidó. Fue un diálogo franco y profundo. Le pregunté que a su juicio quién era el más siniestro y pervertido de los operadores del narcochavismo, no dudó en señalarme que era la hiena Jorge Rodríguez. Lo peor, según él, mucho de los fracasos de la oposición se debe a que algunos líderes confían y tratan con él. Rotundo error que María Corina no cometerá porque no se come el cuento ni se lo comerá jamás.
Si el pueblo la apoya y decide masivamente imponer su fuerza y su voluntad a través de una rebelión popular total, el milagro no sólo será una esperanza…, será la victoria.
Tenemos que culminar el milagro.
La historia está servida
No quiero entusiasmarme de más ni quiero que tú lo hagas, son muchas las decepciones y las frustraciones. Lo cierto es que al menos tú y yo no nos hemos rendido ni lo haremos nunca: mientras nuestro aliento empañe una lámina de vidrio tendremos fuerza para rebelarnos e insurgir contra la tiranía. Algunas cosas han cambiado, miles de chavistas –con sus armas– están dispuestos a respaldar el cambió, están ilusionados con la libertad. Yo quiero que el milagro definitivo se concrete, que millones de venezolanos lo hagamos realidad.
La expectativa de victoria que hemos generado gracias al liderazgo de María Corina es sólo comparable en ánimo y movilización a la que creó el movimiento estudiantil (que derrotó nada más y nada menos que ha Chávez).
La historia está servida, creamos y triunfemos.