Antídoto contra toda matanza chavista
Matar, matando…
Nos asesinan, sí, los chavistas nos asesinan.
Desde el 3 de febrero de 1992, Hugo Chávez mostró sus babas hambrientas de sangre venezolana. Nunca dejó de mostrarlas. Esa fue la constante de su desesperación autocrática: la muerte. Asesinarnos, uno tras otro, sea quien sea, matar quirúrgicamente como último recurso retórico, matar moral o físicamente para conservar el poder.
Matar, humillando; matar, persiguiendo la disidencia; matar, encarcelando; matar, torturando; matar, matando, empleando todos sus medios violentos, €œcomo sea€, pero matar para dominar al país.
Han sido años de violencia y muerte, de luto. Nunca antes en la historia republicana venezolana murieron tantos venezolanos a manos de venezolanos. Nunca.
Ese es el principal legado chavista: la sangre derramada de Venezuela.
¿Quién lo niega?