Mes: <span>junio 2015</span>
Mes: junio 2015

Los arruinados y su €œalianza perfecta€

El abrazo de la angustia con la rabia

Angustia y rabia son dos palabras que se repiten permanentemente en nuestro quehacer cotidiano, laten -vociferando alaridos- en cada uno de nuestros respiros.

Rabia por el daño irremediable que le ha causado el chavismo a nuestra patria y que en ocasiones pareciera infranqueable. Angustia por el desdén y -si me permiten- desatino lunático con que cierto sector de la oposición reacciona al daño permanente que nos causa a diario esa manada de delincuentes.

Angustia y rabia se abrazan en el pecho de cada venezolano y se aprietan en nuestras gargantas para interrumpir nuestro aliento. Los venezolanos andamos de asfixia en asfixia.

¿Hasta cuándo?

Carta urgente a los huelguistas

Los desalmados

No es fácil escribir una opinión en estos momentos de inquietud. Mientras escribo o intento hacerlo mis manos se marean, flaquean, pierden el camino de la idea y se extravían en una ansiedad que no encuentra una tecla capaz de pronunciar su zozobra.

No es la primera vez que nos ocurre ni será la última mientras el chavismo perviva. Se pondrá peor y peor hasta que nos liberemos de ellos. Se han instalado en el poder para mostrarle una jeta despiadada y cínica a nuestra historia. Lo hacen con una mano en la cintura, sonrientes, despreciables, con la desfachatez regordeta y vulgar que encarna Diosdado Cabello.

El madurismo es él, no tienen alma, nunca la han tenido.

Son los desalmados del siglo XXI.

La oposición y sus brujas vanidosas

La brujas

Todas las naciones poseen sus propias categorías sociales y humanas, algunas de esas categorías son producto de la ficción otras son de la realidad. La mayoría las tienen de una realidad que se ha vuelto tan inverosímil que termina siendo ficción, como en Venezuela.

La mitología nos ha fascinado con miles de historias sobre esas categorías fantásticas. Los griegos tenían sus ninfas; los nórdicos, valquirias; los celtas, hadas; y los mexicanos, catrinas. 

Una categoría universal, es decir, para todas las tribus, sociedades o naciones, de figuras a un tiempo legendarias y humanas son las brujas. 

Sobre ellas me detendré en este suelto. En nuestro país -como consecuencia del arrase primitivo del chavismo- abundan.

Metralleta un día de furia en Venezuela

¿Políticamente correcto?

Lo único relevante de escribir en estos tiempos de agonía y ruina es que uno lo puede hacer desde las entrañas, con estremecimiento y pasión, sin guardar posturas, sin utilizar disfraces.

Al menos yo así escribo. Guardo ciertos protocolos del lenguaje (pocos), decoro con algunas figuras literarias y me explayo. No colecciono ningún escrúpulo sobre lo que es €œpolíticamente correcto€ o €œmoralmente aceptable€ porque en Venezuela no hay política ni moral, la única política y moral  que nos queda es luchar de manera noviolenta por nuestra libertad y democracia.

Escribo con el sentimiento de quién ve como golpean, pisotean y violan a un ser querido: con furia, con muchísima furia, porque me afecta, irrita y abochorna, me duele muchísimo todo lo que el malandraje chavista le está haciendo a Venezuela. 

¿Y a ti?

Ceballos, el cóndor y los barrotes de brisa

Empequeñecer o engrandecer una nación

La historia de cada gran nación está rotulada por la presencia de grandes espíritus que se imponen a su tiempo y lo transforman. Seres excepcionales que por la magnitud de sus hazañas, por su influencia o por su predominio sellan su momento e incluso lo nombran.

Son hombres y mujeres -no los paisajes ni la fauna- los que engrandecen o empequeñecen una nación, los que la iluminan o nublan. Sin embargo, la eminencia humana no siempre es benévola, también es malévola, en sociedades extraordinarias en ocasiones surgen personalidades perversas, escalofriantemente ruinosas. 

En la Francia de Voltaire: Napoleón; en la Alemania de Kant: Hitler; en la Italia de Galileo: Mussolini; en la Rusia de Tolstoi: Stalin; o en la Venezuela de Bello: Chávez.

La oscuridad histórica, el invierno penetrante y largo de la civilización, la sequía espiritual y la miseria desbordada siempre las ha impuesto el hombre. No exageramos si decimos que el peor enemigo del hombre ha sido el hombre, o aquél que ha dejado de serlo.

El peor enemigoé, sí, pero también su mejor amigo, su compañero y sostén, su fortaleza e inspiración, su guía y abrigo: su hermano.

Y gracias a la tenacidad y entrega de esos €œhermanos€ la humanidad ha prevalecido. Ha sido difícil, traumático y doloroso, pero lo han logrado.

Gracias a ellos la civilización ha predominado sobre la barbarie.