Mes: <span>junio 2013</span>
Mes: junio 2013

Monólogo de un estudiante anónimo (Yo Estiduante…)

€œJuro por mi honor,y juro por mi Patria,

que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma,

hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen€

Simón Bolívar

 

Estoy agotado, han sido años feroces. No hemos parado, no he parado. No pararé. Sigo. A veces no me explico por qué lo hago, pero sigo. No es un sacrificio para mí, es un deber. Mis actos son reflejo de lo que soy como venezolano. Siento en cada desafío que el destino me ha impuesto el clamor de los próceres en mi sangre, cada una de mis células pronuncia, junto a Miranda, Bolívar, Páez y Sucre, la palabra libertad.

No sé cuantas cosas he hecho ya para reivindicar mi derecho a ser libre, a soñar distinto. He protestado, marchado, hecho huelga de hambre; resistido ataques químicos, golpes con palos, piedras, tubos, disparos; me han humillado, perseguido, herido con sables, con ráfagas de perdigones y balas; me han encarcelado, han asesinado a mis compañeros, pero sin embargo sigo, seguiré, seguimos, nuestro destino último es la libertad.

Entre el bostezo y la conspiración

€œEmancipate yourselves from mental slavery

None but ourselves can free our minds€

U2

Largo bostezo

Un largo bostezo produce el liderazgo opositor en estos días. Largo, larguísimo. Es irremediable, se entregaron. Pese haber jurado por todos los santos que guardarían con su vida la €œverdad€ de los resultados electorales, se rindieron pronto, y lo peor, nos rendimos con ellos.opinan los foristas

Un baile, tres cacerolazos (bien €œarrechos€) y cinco twiters enarbolaron nuestra furiosa y contundente respuesta contra el robo electoral.

Los cubanos se han burlado de nosotros. Somos un pueblo humillado y vencido. Una nación que, semejante al liderazgo opositor, padece su propio y larguísimo bostezo histórico.
Bostezo contagioso, que los estudiantes desafían con insospechada dignidad y fuerza.

La decapitación de Venezuela

€œQue vivan los estudiantes

jardín de nuestra alegría

son aves que no se asustan

de animal ni policía

y no le asustan las balas ni el ladrar de la jauríaé

Me gustan los estudiantes

porque levantan el pecho

cuando le dicen harina sabiéndose que es afrecho

y no hacen el sordomudo cuando se presenta el hecho€

Daniel Viglietti

La frustración derramada

Recostémonos un segundo. Cerremos los ojos. Que la angustia de estos días repose en la más honda oscuridad de nuestro ser -se pierda en él- y reflexionemos: ¿estamos conformes con la actitud opositora frente al fraude electoral?

Seamos honestos: ¿Creemos que nuestros líderes políticos nos llevan, en medio de la hecatombe nacional, hacia un buen destino para reivindicar la verdad?

Yo no, por eso me pronuncio y derramo mi frustración en cada letra. Frustración que se salva, otra vez, por la presencia de los estudiantes en la calle, a quienes tanto agradezco.

Capriles versus Capriles

Levantar la voz

Este será un escrito difícil y largo. Pese a lo extenso, tendré que cuidar cada palabra, no puedo ni quiero herir susceptibilidades, pero el insospechado desmayo de la oposición venezolana en los últimos días me obliga.

Espero no ser incomprendido. Arriesgaré de cualquier modo, no levantar la voz en un momento tan delicado como éste puede ser suicida. Si no nos movilizamos en una misma dirección sufriremos pronto una terrible artritis histórica, seremos los minusválidos del madurismo.

Capriles: Presidente de la República Bolivariana de Venezuela

Antes que nada dejo claro mi reconocimiento y respeto al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela: Henrique Capriles. Sí, Presidente, ni más ni menos, Presidente, quien sin ninguna duda se ha ganado a pulso el liderazgo nacional y con una determinación y entrega ejemplares nos ha conducido hasta el esperanzador punto en el cual nos encontramos.

Sin libertad: ¿quién respira?

Han sido días interminables desde el 14 de abril. La dictadura no sólo nos arrebató unas elecciones, nos arrebató el aire. No obstante, hemos de seguir. No sé cómo, pero debemos superar la asfixia. En mi caso, escribir, como sea, donde sea, a veces bien, a veces mal, a veces escribir a secas, pero escribir para que la voz perviva, para que la lucha por la verdad sea evidente, para que nuestros gritos de angustia y desesperación aturdan a los depravados que nos rigen. Escribir, porque mientras nuestro aliento sea capaz de empañar un vidrio tenemos fuerzas suficientes para alcanzar la libertad, y eso haremos entre todos: alcanzarla.

 

Vuelo, escribo desde el cielo, estoy en un avión, viajo a París. ¿Voy para la ciudad luz a recuperar el aire? No lo creo. El estrangulamiento lo llevamos clavado en el alma, no hay qué lo cure. El aire volverá cuando veamos la patria liberada. Sin libertad ¿quién respira?