Mes: <span>febrero 2013</span>
Mes: febrero 2013

Maduro: 5 horas de muecasé

Venezuela es una burla, una perpetua burla. Lo absurdo es lo cotidiano y el despelote lo trascendental. Es poco común pasar un día sin un sobresalto social, un atropello político, un crimen o una imbecilidad.

 

Eso es el chavismo: una mueca perpetua, el hazmerreír del universo (porque el planeta les quedó pequeño ante tanta vergí¼enza)

 

Mi entrega para hoy se titulaba: €œChávez y su Revolución Cartier€, pero la extravagante comparecencia de última hora de Nicolás Maduro ayer en la noche me hizo escribir esta nota al filo de la medianoche. Se las comparto.

 

Maduro: el Jirafales de Cuba.

I

No lo niego, formamos parte de una generación que es hija de la televisión y del cine.       

Recuerdo con gratitud, y sin complejos, como de niños, para aplacarnos, nos sometían a maratónicas tandas televisivas. Entre comiquitas, series policíacas gringas y telenovelas, nuestras tardes y noches estaban repletas de fantasía y enajenación, acaso por ello hayamos vivido tan ajenos a la triste realidad.

La cultura del espectáculo -que muy conservadoramente abomina Mario Vargas Llosa en su último ensayo-, sus imágenes, su lenguaje y, por supuesto, sus íconos forman parte de nuestro imaginario más íntimo.

Diosdado en pelotasé

€œConfisquemos lo bienes de los rebeldes€
Karl Marx

Si Hugo Chávez estuviese en su sano juicio hubiese mandado para el carajo ?otra vez? a Diosdado Cabello por mentecato.


Su falta de intuición política, su cinematográfica vagabundería, su estilo de ejercer el poder como mafioso de telenovela, sin tacto y burdo, quedaron en evidencia esta semana.
Comenzó su faena con la disparatada y boba confiscación de la gorrita tricolor de Capriles ?semejante pequeñez jamás se le hubiese ocurrido al sátrapa? y culminó con el espectáculo de circo en la Asamblea Nacional, donde su promocionada y tan esperada acusación de corrupción contra el partido Primero Justicia concluyó como una apoteósica paliza sobre sí mismo.

Elogio a los radicalesé

En el confuso momento que vive el país, hacer una crítica contra la oposición venezolana requiere cautela (sobre todo cuando uno forma parte convencida de ella(, a fin de cuentas para mal o para bien, son algunos de ellos los que están dando la cara contra el despelotado e infame chavismo.

No toda la oposición se comporta igual ni cometen los mismos disparates, hay quienes han entendido que la cruzada venezolana en esta hora oscura es más espiritual que política y están luchando desde una base ética, principista y noviolenta, contra la campante inmoralidad y descaro del sátrapa jinetero y sus lombrices.

A esa oposición que evoca ideales o principios en su desafío sin descanso al chavismo, los encuestadores los llaman con cierto asco: los €œradicales€.